Arrancó el último 10 de septiembre el nuevo proceso de formación virtual de la membresía de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), enfocado en la transversalización de la perspectiva de igualdad de género en su quehacer y acción política. La iniciativa tiene como objetivo fortalecer esta dimensión en la planificación, gestión, acciones de incidencia y en la práctica diaria de la red CLADE.

La formación, que hace parte de un esfuerzo permanente de la CLADE por recuperar las experticias y experiencias que tienen algunos de sus miembros y aliados, diseminándolas entre los demás integrantes de la red para fortalecer colectivamente las capacidades del movimiento por el derecho a la educación en América Latina y el Caribe, está siendo brindada en alianza con la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe, REPEM (<a href=REPEM LAC) y el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM). Actualmente 31 personas de 12 países de la región participan en la formación. Se espera que las y los participantes puedan replicar las discusiones y conocimientos adquiridos con los demás miembros de las coaliciones y redes que integran la CLADE. Entre los temas que serán abordados en la capacitación están: la evolución histórica del movimiento feminista y de la participación de las mujeres en la historia; aspectos conceptuales vinculados al género; relaciones entre el derecho a la educación y la igualdad de género; desafíos para integrar la perspectiva de la igualdad de género en las políticas educativa; y la gestión institucional de organizaciones y redes de sociedad civil con perspectiva de género. La primera sesión encaminó a las y los participantes en un recorrido histórico sobre la evolución de los movimientos y teorías feministas. “Se necesita descolonizar la memoria y ampliar a la pluralidad de voces para romper con las jerarquías sociales y epistemológicas”, afirmó la historiadora Natalia Rojas Ramos, facilitadora de la sesión, explicando que hay múltiples expresiones del feminismo, algunos sistémicos, otros antisistémicos; unos que defienen la igualdad, otros que la cuestionan justamente por no querer igualarse con el status quo. Conocer todos estos movimientos es fundamental para reconocer la diversidad de pensamiento, que la historia de la humanidad también es resultado de la lucha de las mujeres, y para de construir el sistema patriarcal. Así, la historiadora retrocedió al siglo XVI, recordando que en esa época se promovió el despojo del poder político de las mujeres, a partir de una violencia simbólica que imprime en una mirada demoníaca en el cuerpo de las mujeres, extirpa sus conocimientos medicinales y transforma el cuerpo de las mujeres en una máquina de trabajo en el espacio doméstico, subyugado por los hombres. “Se profundiza el saqueo de los cuerpos y de los conocimientos de las mujeres, lo que conlleva a un despojo de las prácticas ancestrales y facilita los procesos de colonización”, afirmó. En seguida, recuperó las contribuciones de europeas blancas, como la escritora y filósofa inglesa Mary Wollstonecraft (1759-1797) y la activista política y abolicionista franccesa Olympique de Gouges (1748-1793), que empiezan a destacar la importancia de reconocer los derechos de las mujeres. Y mencionó el rol de las mujeres que participaron en un congreso femenista de 1848, realizado en Estados Unidos, que culminó en la Declaración de Seneca Falls, configurándose como un antecediente del movimiento de las sufragistas, que defendían los derechos políticos de las mujeres, incluido el derecho al voto. Más recientemente, Natalia destacó las mujeres femenistas que pasaron a denunciar la violencia machista, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, como Simone de Beauvoir (1908-1986), los trabajo de la antropóloga Marija Gimbutas (1921-1994), que estudió el rol de las mujeres en el Neolítico, hasta llegar a las contribuciones de la indígena lésbica contemporánea, Adriana Guzmán, que aporta con una perspectiva feminista comunitaria antipatriarcal. Para conocer más sobre las contribuciones de las pioneras de las luchas por los derechos de las mujeres y entender cómo se han establecido los movimientos feministas, vale acceder a los siguientes vídeos:
  1. Sufragistas: Pioneras de las Luchas Feministas
  2. Los Congresos Feministas de 1916
  3. Pioneras Feministas en México
  4. ¿Qué es el patriarcado?
  5. Mujeres en la Historia
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La capacitación tiene como objetivo fortalecer la perspectiva de género de todos los miembros de CLADE en su gestión, acciones de incidencia política y en su práctica diaria

CLADE inicia el curso de formación sobre perspectiva de igualdad de género para sus miembros

16 de septiembre de 2021

Arrancó el último 10 de septiembre el nuevo proceso de formación virtual de la membresía de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), enfocado en la transversalización de la perspectiva de igualdad de género en su quehacer y acción política. La iniciativa tiene como objetivo fortalecer esta dimensión en la planificación, gestión, acciones de incidencia y en la práctica diaria de la red CLADE.

La formación, que hace parte de un esfuerzo permanente de la CLADE por recuperar las experticias y experiencias que tienen algunos de sus miembros y aliados, diseminándolas entre los demás integrantes de la red para fortalecer colectivamente las capacidades del movimiento por el derecho a la educación en América Latina y el Caribe, está siendo brindada en alianza con la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe, REPEM (REPEM LAC) y el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM).

Actualmente 31 personas de 12 países de la región participan en la formación. Se espera que las y los participantes puedan replicar las discusiones y conocimientos adquiridos con los demás miembros de las coaliciones y redes que integran la CLADE.

Entre los temas que serán abordados en la capacitación están: la evolución histórica del movimiento feminista y de la participación de las mujeres en la historia; aspectos conceptuales vinculados al género; relaciones entre el derecho a la educación y la igualdad de género; desafíos para integrar la perspectiva de la igualdad de género en las políticas educativa; y la gestión institucional de organizaciones y redes de sociedad civil con perspectiva de género.

La primera sesión encaminó a las y los participantes en un recorrido histórico sobre la evolución de los movimientos y teorías feministas. “Se necesita descolonizar la memoria y ampliar a la pluralidad de voces para romper con las jerarquías sociales y epistemológicas”, afirmó la historiadora Natalia Rojas Ramos, facilitadora de la sesión, explicando que hay múltiples expresiones del feminismo, algunos sistémicos, otros antisistémicos; unos que defienen la igualdad, otros que la cuestionan justamente por no querer igualarse con el status quo.

Conocer todos estos movimientos es fundamental para reconocer la diversidad de pensamiento, que la historia de la humanidad también es resultado de la lucha de las mujeres, y para de construir el sistema patriarcal. Así, la historiadora retrocedió al siglo XVI, recordando que en esa época se promovió el despojo del poder político de las mujeres, a partir de una violencia simbólica que imprime en una mirada demoníaca en el cuerpo de las mujeres, extirpa sus conocimientos medicinales y transforma el cuerpo de las mujeres en una máquina de trabajo en el espacio doméstico, subyugado por los hombres. “Se profundiza el saqueo de los cuerpos y de los conocimientos de las mujeres, lo que conlleva a un despojo de las prácticas ancestrales y facilita los procesos de colonización”, afirmó.

En seguida, recuperó las contribuciones de europeas blancas, como la escritora y filósofa inglesa Mary Wollstonecraft (1759-1797) y la activista política y abolicionista franccesa Olympique de Gouges (1748-1793), que empiezan a destacar la importancia de reconocer los derechos de las mujeres. Y mencionó el rol de las mujeres que participaron en un congreso femenista de 1848, realizado en Estados Unidos, que culminó en la Declaración de Seneca Falls, configurándose como un antecediente del movimiento de las sufragistas, que defendían los derechos políticos de las mujeres, incluido el derecho al voto.

Más recientemente, Natalia destacó las mujeres femenistas que pasaron a denunciar la violencia machista, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, como Simone de Beauvoir (1908-1986), los trabajo de la antropóloga Marija Gimbutas (1921-1994), que estudió el rol de las mujeres en el Neolítico, hasta llegar a las contribuciones de la indígena lésbica contemporánea, Adriana Guzmán, que aporta con una perspectiva feminista comunitaria antipatriarcal.

Para conocer más sobre las contribuciones de las pioneras de las luchas por los derechos de las mujeres y entender cómo se han establecido los movimientos feministas, vale acceder a los siguientes vídeos:

  1. Sufragistas: Pioneras de las Luchas Feministas
  2. Los Congresos Feministas de 1916
  3. Pioneras Feministas en México
  4. ¿Qué es el patriarcado?
  5. Mujeres en la Historia

Foto: CME/El País

Talibanes, activismo y derecho a la educación en Afganistán

9 de septiembre de 2021

“Si los talibanes prohíben el acceso de las niñas a colegios, daré clases por Facebook. Si limitan los estudios, subiré los libros a internet. Si cortan internet, mandaré libros por correo. No me rindo”, declaró la activista afgana Pashtana Durrani en un vídeo que se ha hecho viral en Twitter.

Con la misma determinación que demuestra Pashtana Durrani , y con motivo del Día Mundial para Proteger la Educación de Ataques, las y los activistas jóvenes de la Campaña Mundial por la Educación (CME) queremos manifestar nuestra solidaridad con el pueblo afgano, especialmente con las mujeres y las niñas, en el actual contexto de inseguridad, terror y represión.

>> Lee el texto completo en El País

 


Foto: PxHere

Solidaridad con las mujeres afganas

3 de septiembre de 2021

Monica Novillo

Monica Novillo es coordinadora Regional de la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM-LAC)

Afganistán tiene una larga historia de intentos de ocupación de varias naciones, y en la historia más reciente, se convirtió en víctima de la histórica rivalidad entre Rusia y EEUU. Afganistán vivió la ocupación rusa entre 1979 y 1989 y la de Estados Unidos en los últimos 20 años y en medio, una guerra civil alimentada por los intereses imperialistas y económicos.

La ocupación de EEUU fortaleció el movimiento islamista radical de credo sunita, conocido como talibanes, y que ahora se denominan Emirato Islámico de Afganistán, que han librado una guerrilla, desde 2001, cuando fueron expulsados -luego de estar 5 años en el poder- por la coalición liderada por EEUU.

El regreso de los talibanes ha encendido las alertas de los movimientos feministas del mundo, por los retrocesos que pueden presentarse frente a derechos ganados por las mujeres, lo cual ha generado expresiones de solidaridad con las mujeres, activistas feministas y del movimiento LGBTIQ+ de Afganistán. Los talibanes aplican estrictamente su interpretación de la sharía, ley islámica, basada en la idea de crear ambientes seguros donde la castidad y la dignidad de las mujeres sean sacrosantas, lo que implica ocultar de la gente, la vida de las mujeres, en síntesis, ocultar la presencia de las mujeres, que en sus creencias serían fuente de corrupción.

Bajo el régimen talibán se prohíbe a las mujeres trabajar, salir de su casa si no van acompañadas por un hombre de parentesco cercano (padre, marido, hijo o hermano); hacer tratos comerciales con hombres, recibir atención médica por un hombre; a asistir a la escuela o universidades, mostrar cualquier parte de su cuerpo, por lo que deben vestir con burkas, no pueden usar productos cosméticos, no pueden hablar o dar la mano a hombres que no sean sus parientes cercanos, reír en público, llevar zapatos de tacón, usar pantalones hacer deporte, manejar bicicleta o moto, no pueden aparecer en medios de comunicación ni asistir a reuniones públicas, vestir ropas de colores vistosos, no pueden lavar ropa en ríos o plazas públicas, se les prohíbe también el uso de baños púbicos, nadie puede fotografiar ni filmar a mujeres. Existen otras prohibiciones que afectan los derechos de hombres y mujeres, como ver películas o escuchar música, los hombres no pueden afeitarse o cortarse la barba y lo jóvenes a raparse el pelo.

El llamado a los gobiernos del mundo, comunidad internacional para demandar garantías para el ejercicio de los derechos humanos en Afganistán, y asegurar pases seguros para mujeres profesionales, periodistas, activistas de derechos humanos, particularmente feministas y de diversidades sexuales, se hace un imperativo. Mantener articulada la solidaridad internacional a través de apoyo a organizaciones de sociedad civil que trabajan en la defensa y promoción de los derechos humanos es una tarea indispensable.


Foto: Zach Vessels | Unsplash

CLADE inicia acción para fortalecer la igualdad de género en las escuelas rurales

26 de agosto de 2021

Contribuir al fortalecimiento de la igualdad de género y prevención de la violencia de género en las escuelas rurales, generando y divulgando datos empíricos y estrategias que puedan orientar el tratamiento y la prevención de la violencia en los espacios educativos y contribuyendo al desarrollo y difusión de materiales y políticas públicas para abordar este tema. Este es el objetivo del proyecto recién lanzado “Estrategias para prevenir la violencia sexual y de género y fomentar la equidad en las escuelas rurales”, iniciativa que se implementa entre 2021 y 2023 en Nicaragua, Honduras y Haití, bajo la coordinación de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en alianza con Alternatives (Canadá) y en los países con Foro Dakar Honduras, Reagrupación para Todas y Todos de Haití y el Foro de Educación y Desarrollo Humano de la Iniciativa por Nicaragua.   

“Esta propuesta es innovadora ya que trata un tema invisible y poco investigado para la sociedad y propone un método participativo con el involucramiento directo de los actores, como partícipes centrales en el proceso de investigación-acción y posterior propuesta de política pública. Es importante anotar que la CLADE participa en diversos escenarios regionales e internacionales de debate y decisión en torno al Derecho Humano a la Educación; en estos espacios, divulga sus productos, posiciona temas de discusión y actúa de forma articulada con actores de otras regiones, como África, Asia, el mundo árabe y otras regiones del planeta. Los resultados de este proyecto podrán compartirse al interior de la región latinoamericana y viajar a otras latitudes”, afirmó Nelsy Lizarazo, coordinadora general de la CLADE. 

Con el enfoque de investigación acción participativa, el proyecto se propone desarrollar el conocimiento y la capacidad local para identificar y prevenir las múltiples expresiones de violencia y de violencia de género y para diseñar y adaptar las herramientas e instrumentos existentes, contribuyendo así para incorporar este tema en las prácticas locales y también en los instrumentos de política nacional y regional. Todo el proceso contará con una estrategia comunicativa y educomunicativa que dará cuenta del mismo en cada una de sus etapas, como una forma de compartir aprendizajes con toda CLADE y con los aliados nacionales, regionales y globales.

Taller formativo de arranque del proyecto: temas y metodología en debate

Como actividad preparatoria del proyecto, la CLADE realizó la semana pasada, entre los días 16 y 19 de agosto, una serie de talleres para definir conceptos y metodologías comunes sobre el tema y el desarrollo del proyecto. En dicha actividad, participaron los equipos nacionales responsables del proceso y también los equipos coordinadores del mismo en CLADE y Alternatives. Se contó, además, profesionales de investigación y comunicación, tanto en temas de violencia como del enfoque investigación acción participativa.

Una de las especialistas que participó en la formación fue María Guadalupe Ramos Ponce, del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CADEM). Durante su exposición, habló sobre la violencia de género. 

“La violencia de género se refiere a los actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género. Tiene su origen en la desigualdad de género, el abuso de poder y la existencia de normas dañinas. El término se utiliza principalmente para subrayar el hecho de que las diferencias estructurales de poder basadas en el género colocan a las mujeres y niñas en situación de riesgo frente a múltiples formas de violencia”, explicó.

Según Guadalupe Ramos, la violencia contra las mujeres y las niñas se define como todo acto de violencia basado en el género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o mental para la víctima, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada. “La violencia contra las mujeres y niñas abarca, con carácter no limitativo, la violencia física, sexual y psicológica que se produce en el seno de la familia o de la comunidad, así como la perpetrada o tolerada por el Estado”, dijo.

Añadió que los feminismos han señalado la urgencia de desmontar el modelo hegemónico del patriarcado, que está detrás de todas las violencias, desigualdades y opresiones de la sociedad actual. “Eso porque el patriarcado [organización social en la que el varón goza de una condición de supremacía sobre la mujer, la cual se encuentra en una situación de opresión tanto en la esfera pública como en la esfera privada] está en el capital, en la apropiación de la riqueza, restringiendo las libertades y los derechos, congelando sueldos, y fomentando los empleos en precario. En el precio de la vivienda, la especulación, la privatización de la sanidad, la destrucción del planeta y en la pobreza y la educación sexista y discriminatoria”, subrayó.

Metodología de Investigación Acción-Participación

Para abordar, estudiar el tema y actuar en las comunidades educativas de los tres países que participan en el proyecto, la metodología adoptada es la Investigación Acción-Participativa (IAP). Durante los talleres mencionados, la investigadora y docente argentina, directora de la Facultad de Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba, Maria Cristina Mata, explicó qué significa este enfoque metodológico. 

La IAP se define, según sus intervenciones, como un modo específico de abordar el quehacer científico. Es la producción de conocimiento que se realiza de modo colaborativo entre investigadores profesionales y determinados grupos sociales con una explícita intencionalidad política: contribuir a la transformación social, a suprimir las inequidades y situaciones de dominación existentes que afectan principalmente a las grandes mayorías populares y a sectores subalternos de la sociedad. 

“La IAP representa una opción de trabajo junto a los grupos o clases sociales dominadas y excluidas, que busca incidir en su organización y en su capacidad de participar en las decisiones que afectan su vida cotidiana, potenciando así su condición de protagonistas activos de su historia”, afirmó.

La investigación acción participativa no es exclusivamente una metodología de investigación, explica Maria Cristina Mata. Es al mismo tiempo una práctica educativa – porque supone que los sujetos que la desarrollan realizan aprendizajes y avances en la comprensión de sí mismos y de su realidad – y es también una estrategia de intervención social – porque se opera sobre la realidad investigada.  

“Este tipo particular de investigación es también acción. En general esta afirmación suele asociarse al hecho de que se trata de un tipo de investigación que tiene finalidades prácticas. Y eso es cierto. Porque los problemas que se investigan, y que son en general aquellos donde se expresan las múltiples opresiones y desigualdades que se viven – desde la falta de tierra para los campesinos hasta la incomprensión que suelen sufrir los jóvenes por parte de adultos autoritarios, para dar algunos ejemplos-, se abordan para provocar cambios en esas situaciones; es decir, para desarrollar acciones que las modifiquen”, destacó.

El proyecto abarca diversas acciones y etapas que se impulsarán hasta el 2023. La CLADE seguirá difundiendo los hallazgos, experiencias, aprendizajes y logros del proyecto, sobre la marcha, y especialmente desde producciones educomunicativas y dando a la comunicación un rol transversal y estratégico en la expresión, visibilidad y construcción de conocimientos sobre la temática de la violencia de género y su superación, en y con las comunidades que forman parte de la iniciativa. 


Foto: Pedro Biava

52 años de Stonewall: Por el derecho de aprender, enseñar, ser y amar a quienes queramos

30 de junio de 2021

Thais Iervolino

Thais Iervolino es periodista con maestría en Sociología por la Pontifícia Universidad Católica de São Paulo. Ha actuado en movimientos y organizaciones sociales desde los años 1990 y tiene experiencia en el área ambiental y de derechos humanos - principalmente relacionados a educación, estudios de género y migración. Actualmente es asesora de comunicación de la CLADE, además de participar como investigadora en otras organizaciones de educación y movimientos feministas y LBTs (Lesbianas, Bisexuales y Transgeneros).

Era la madrugada del  28 de junio de 1969 cuando lesbianas, travestis y gays iniciaron una protesta en Nueva York que duró seis días, la cual quedó conocida como los “Disturbios de Stonewall”. En aquella ocasión, por primera vez en la historia de Estados Unidos, la comunidad LGBTQIA+ [Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Queers, Intersexuales, Asexuales] luchó contra un sistema opresor, con el beneplácito del gobierno.

En Brasil, esa lucha empezó en la misma época, en la década de 1970, a través de reuniones realizadas en ambientes privados – clubes, bares – ya que era un tiempo en que la Dictadura Militar se acercaba a su auge. Aún así, lograron publicar periódicos en defensa de la comunidad y temas LGBTQIA+ que son refenecia hasta el día de hoy, además de acciones como la Protesta en el Ferros Bar, cuando en 1983 lesbianas forzaron su entrada en en bar y leyeron un manifiesto sobre los derechos de las mujeres lesbianas y contra la represión, aumentando su referencia y actuación política en São Paulo.

Más de 50 años después de los Disturbios de Stonewal, la lucha LGBTQIA+ sigue fuerte y cotidiana. Sin ella, Brasil no sería una referencia en la confrontación de la epidemia de SIDA y de las enfermedades sexualmente transmisibles. Eso sin citar la importancia del intento por construir un país menos violento al lograr la criminalización de la homofobia en la Suprema Corte. 

Todas esas luchas nos enseñan a nosotres, educadores, educadoras, que la libertad de un pueblo es algo que tiene que estar en nuestro horizonte siempre: la libertad de aprender, de enseñar, ser y amar. Más que una enseñanza, la lucha LGBTQIA+ nos invita a que seamos parte de esa misma bandera para garantizar lo que nuestra Constitución Federal de 1988 presenta en su artículo 205:

“La educación, derecho de todas y todos y deber del Estado y de la família, será promocionada e incentivada con la colaboración de la sociedad, teniendo como objetivo  el pleno desarrollo de la persona, su preparación para el ejercicio de la ciudadanía y su calificación para el trabajo”.

Lesbianas van a la calle por los derechos de todas las mujeres durante la Marcha 8M en 2019. Foto: Pedro Biava.


Es importante recordar que la escuela es el lugar de las diferencias. Son ellas las que nos hacen mover y nos enseñan. Además de eso, no hay ciudadanía sin el establecimiento de las libertades plenas. Y la educación tiene un rol fundamental en la garantía de esta ciudadanía a través de una pedagogía crítica y libertaria que Paulo Freire tanto nos ha enseñado. 

Lamentablemente vivimos en un contexto que se aleja de la garantía de nuestras libertades: Brasil es el país que más mata travestis en el mundo, el movimiento ultraconservador y anti-derechos sigue fuerte y la comunidad educativa se ve presionada y muchas veces criminalizada por defender los derechos de todas, todos y todes. 

Y justamente por causa de los retrocesos que hemos vivido es que la fecha celebrada todos los 28 de junio por los Disturbios de Stonewall se hace tan importante. Ella muestra que todavía en contextos más represivos hay resistencia y no estamos solas y solos en las luchas. Más allá de eso, otras luchas también son parte de la nuestra. 

Luchemos por una educación pública para todas y todos, por las libertades, por el derecho a aprender, enseñar, amar y construir un país libre de la LGBTfobia. ¡La lucha por derechos y libertades LGBTQIA+ también es nuestra lucha!


Desigualdades educativas en América Latina: tendencias, políticas y desafíos (Resumen ejecutivo)

23 de abril de 2021

Resumen ejecutivo del informe regional que presenta un diagnóstico general de las distintas políticas educativas implementadas por los Estados de América Latina en los últimos 20 años.


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Desigualdades educativas en América Latina: tendencias, políticas y desafíos

Este informe regional presenta un diagnóstico general de las distintas políticas educativas implementadas por los Estados de América Latina en los últimos 20 años, con miras a comprender en qué pudimos avanzar como región, qué elementos nos hacen falta y qué es necesario cambiar radicalmente para avanzar hacia una región más igualitaria y democrática.


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La educación y desigualdades de género en Guatemala: un estudio aproximado

La investigación revela una gama heterogénea de políticas educativas que Guatemala ha puesto en marcha en las dos últimas décadas para reducir las desigualdades educativas y contribuir a la universalización del ejercicio del derecho a la educación.


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El derecho humano a la educación en México: las heridas desde la violencia

La investigación revela una gama heterogénea de políticas educativas que México ha puesto en marcha en las dos últimas décadas para reducir las desigualdades educativas y contribuir a la universalización del ejercicio del derecho a la educación.


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XI Asamblea de la CLADE trata de los desafíos de la educación en la post-pandemia en América Latina y el Caribe

8 de octubre de 2020

Del 13 de octubre al 26 de enero, foros nacionales, redes regionales y organizaciones internacionales, docentes, estudiantes, investigadores y activistas que integran y son aliados a la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), estarán reunidos en la XI Asamblea CLADE para debatir los principales desafíos para la realización del derecho humano a la educación en la actual coyuntura. Están en el programa temas como privatización en la educación, juventudes, educación de personas jóvenes y adultas, primera infancia, criminalización de organizaciones estudiantiles, exclusión y desigualdades, entre otros.

El encuentro, que tiene como tema “Derecho Humano a la Educación: horizontes y sentidos en la post pandemia”, busca analizar el actual escenario regional e internacional y trazar estrategias para la efectiva implementación del derecho humano a la educación en América Latina y el Caribe en el contexto de la post pandemia. 

Esta es la primera vez que una Asamblea de la CLADE será realizada en formato totalmente en línea. Los eventos son abiertos al público, para participar y saber más sobre la XI Asamblea, basta hacer tu inscripción a través de la página de la iniciativa.